5 de julio de 2010

Análisis de las décimas de Violeta

En las décimas, Violeta utiliza un lenguaje campesino, suele acortar palabras y suprime sonidos, como el lenguaje cotidiano de los jóvenes. El campo para ella era muy importante, se fue a vivir a la ciudad pero quiso volver al campo para retomarlo, le traía muchos recuerdos, en esos lugares ella vivió anécdotas inolvidables y gran parte de su vida.

Escribe sobre lo popular, quiere rescatar el folklore del pueblo chileno, lo quiere representar. Quiso instaurar un nuevo canto popular, basado en el canto folklórico, no basándose en los disfraces, ella pensaba que no eran necesarios. Rescata las raíces de los chilenos, toma lo que efectivamente se hace.

Las diez décimas de Violeta Parra que analizaremos a continuación tienen algunas cosas en común. Se relacionan, porque ella siempre expresa sus penas, pero siempre sabe salir adelante. Todo lo que nos cuenta, son cosas que ella ha vivido a lo largo de su vida y de las cuales ha podido sacar la fuerza y los pilares fundamentales de su vida, para poder salir adelante y lograr los objetivos que se proponía. Esto la hace ser una mujer valiente y fuerte.

En la mayoría de las décimas, habla de su padre. El era un ejemplo a seguir para Violeta, ella lo admiraba en todos sus sentidos, lo encontraba perfecto como un Dios. Fue una persona muy importante, pero como falleció cuando Violeta era niña, no pudo acompañarla por mucho tiempo.

Así, creció la maleza
En casa del profesor,
Por causa del dictador
Entramos en la pobreza.
Juro por Santa Teresa
Que lo que digo es verdad;
Le quitan su actividad,
Y en un rincón del baúl
Brillando está el sobre azul
Con el anuncio fatal.

Le dieron, por mucha cosa,
Desahucio muy miserable,
Si no le gusta, hay un sable
Y un panteonero en la fosa.
Mi mama muy pesarosa,
Malicia qu’éste es el fin
¡y con tanto querubín
Que dar alimentación!
Mejor tirarse al zanjón,
Que d’hambre verlos morir.

Aquellos cobres postreros
Mi mama los ha guardado,
Seguro con un candado
En una caja de cuero.
Pagó las cuentas, primero,
Después nos viste de viaje;
Muy ordenados los trajes,
Nos lleva al ferrocarril,
En los comienzos de abril
De un año de mucho ultraje.

Allí diviso al taitita,
Paseando desconsolado,
Desd’ uno al otro costado
De aquella casa chiquita.
¡Bueno la suerte maldita!
Dice tirándose el pelo;
Venga un castigo del cielo
Pa’l infernal presidente,
Le bote muelas y dientes
Le dé veinte mil desvelos.

¡Por Dios, qué barbaridad!
Repite tarde y mañana;
Afuera canta la rana
Con mucha severidad.
El Diablo en la cristiandad,
El Ángel entra al infierno,
Un loco está en el proscenio,
Anuncian ya la función.
Se impone la sinrazón,
En este teatro moderno.

Análisis:
Violeta nos cuenta sobre el despido de su padre en el período en que gobernaba Carlos Ibáñez. Su padre era profesor. Su mamá era ahora la encargada de mantener en pie a la familia, lavando y vendiendo, entre otras cosas. Estaba dispuesta a morir o a hacer cualquier cosa por ellos, antes de ver a sus hijos morir de hambre.

Luego, con mucha fuerza, logró sacar a su familia adelante, y también subir a sus hijos a un tren, para que no vivieran lo que se estaba viviendo en esa casa. Su papá estaba desesperado y no sabía que hacer.

Violeta pudo superar esta situación con mucha valentía y ganas de salir adelante. Ella sintió que la maldad se estaba mezclando con lo bueno, ya no había diferencia, como lo dice en la siguiente cita: “El Diablo en la cristiandad/ en ángel entra al infierno”, a quien también creemos, se refería a Carlos Ibáñez.

Violeta vivió muchos momentos duros durante toda su vida, pero gracias a eso, tuvo muchas experiencias para contar, y de todos esos momentos fue de donde sacó la inspiración para sus canciones, obras, poemas, etc., junto con las cosas que la ayudaron a salir adelante.

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